Etapa: Vedra (Outeiro) – Santiago

18 Km

VEDRA/ SANTIAGO

Y allá al fondo, Santiago

La última etapa de nuestro camino no es la más bonita, pero sí la  corta y más bien urbana. Transcurre casi toda por pequeñas carreteras comarcales, entre viviendas diseminadas por prados y sembrados, bimbios y abundancia de fuentes. Hay constantes subidas y bajadas, muy llevaderas si no hace mucho sol, y constantes giros a derecha e izquierda. Todo sin mayor problema gracias a la buena señalización. De Vedra salimos desde el albergue por pista forestal entre eucaliptos de agradable olor. En Susana salimos a la N-525 que cruzamos – hay bares- y volvemos a las pequeñas carreteras. Pronto, si vamos atentos, veremos a lo lejos las magníficas torres barrocas de la Catedral de Santiago. La capilla de Santa Lucia es un agradable lugar para coger fuerzas para subir el Camino Real de Piñeiro y la “Costiña do demo” (cuesta del diablo), ambas soportables y en algún momento con sombra gracias al emparrado que cruza el camino. Enseguida entramos en el barrio santiagués de Angrois, donde se encuentra la hermosa colegiata románica del Sar, del siglo X y conocida por la leve desviación de sus columnas. Subimos por la calle Patio de Madres, cruzamos la Rúa da Fonte y a la derecha entramos en el cogollo de la ciudad por la Puerta de Mazarelos, la única que queda de Santiago por donde, en otros tiempos, entraban los vinos procedentes del Ribeiro (Ourense) y el Ulla.

Desembocamos en la Plaza de Mazarelos y desde allí podemos tirar para cualquier lado porque Santiago no desilusiona nunca.

Ritual religioso

En Santiago el primer ritual a cumplir es entrar en la Catedral por la fachada barroca de la Plaza del Obradoiro que nos coloca ante la belleza del Pórtico de la Gloria. Está abierta de 7 a 21 horas. Por supuesto no puede irse sin darle el abrazo al Apóstol dentro del horario de 9 a 14 y de 16 a 20 h. Casi seguro que tendrá que hacer cola, a no ser que sea invierno, pero es aconsejable seguir el ritual, aunque sólo sea para ver de cerca la pieza de platería y piedras preciosas del busto del Apóstol. Debajo se encuentra el sepulcro con la urna de plata que, se supone, contiene las cenizas del santo. El botafumeiro, otro de los atractivos de la Catedral, sólo funciona si hay grupos de peregrinos que lo solicitan o coincide con alguna solemnidad religiosa. Durante los años santos suele funcionar algún otro día. Pregunte en la misma catedral. Es muy recomendable subir a los rejados de la Catedral, pero sólo posible en visitas guiadas. No deje de hacerlo, aunque llueva.

El ritual burocrático

Antes o después de la visita a la Catedral deberá cumplir otro ritual propio del peregrino: pasarse por la Oficina de Acogida al Peregrino en la Rúa del Villar 1, muy cerca de la catedral (abierta de 10 a 20 h., domingos de 10 a 14 y de 16 a 20h.). Es el lugar en el que podrá conseguir la Compostela que le concede indulgencia plenaria y certifica que usted hizo el Camino de Santiago. Para conseguirla tiene que presentar la credencial en la que consten al menos dos sellos diarios de los últimos 100 kilómetros del camino, si viene a pie, y de los últimos 200 si viene en bicicleta. La Compostela tiene su origen en el Edad Media, está escrita en latín y certifica que usted hizo el Camino por motivos espirituales- no necesariamente religiosos-. Si sus motivaciones son deportivas o de cualquier otro tipo le darán un Certificado de Bienvenida que demuestra también que usted hizo el camino. El Hostal de los Reyes Católicos, antiguo hospital de peregrinos y hoy parador de cinco estrellas, conserva una costumbre medieval: los diez primeros peregrinos que lleguen cada día al Hostal, con la credencial cubierta de sellos, tendrán derecho a desayuno y comida, un día si es en temporada alta y durante tres días si es en invierno. En la Oficina del Peregrino le pedirán que cubra un breve cuestionario y le informarán de los albergues con que cuenta la ciudad. El único municipal se encuentra en el Monte del Gozo por donde entra el Camino Francés y que a usted le queda lejos. Hay otros dos privados, uno en el Seminario Menor, cerrado de noviembre a marzo y el Acuario en Fontiñas. En el monasterio de San Francisco, próximo al Hostal, acogen en verano a los peregrinos que quieran convivir con los frailes. En la Oficina le informan también del envío de bicicletas al extranjero y a otros puntos de España. En Santiago hay muchas pensiones y hoteles de los que le informarán en la Oficina de Turismo (Rúa del Villa), muy céntrica. Durante el Año Santo de 2010, se pondrá en marcha un lugar de acogida al peregrino mejor acondicionado que la actual Oficina.

De Santiago no vamos a decirle nada porque no nos llegarías la guía. Es la capital de Galicia, ciudad Patrimonio de la Humanidad y toda ella una joya cómoda de ver y disfrutar. Bienvenido cualquiera que haya sido su motivo para llegar hasta aquí.