ALBERGUES

Albergue de Ourense

Los albergues de peregrinos son el alojamiento más barato que puede encontrar el caminante a Santiago. Los hay de calidades variadas aunque todos tienen en común que las camas son siempre literas en habitaciones comunitarias, lo mismo que los espacio comunes, como cocina, comedor y sala de estar, cuando los hay. Entre sus ventajas está el precio- gratis, 15 euros, 5 euros o la voluntad- y la posibilidad de intercambiar información e incluso encontrar compañeros de etapa, especialmente los caminantes solitarios que abundan mucho en este camino. Las desventajas son varias: no hay apenas intimidad ni donde guardar las pertenencias, hay que soportar los ruidos nocturnos de los demás- aunque a los tres días de camino el cansancio ayuda a que pasen desapercibidos. En muchos, las instalaciones, de puro austeras, resultan cutres, vergonzosas y dignas de ser cerradas. Salvo en los privados, no ce acepta reserva de plaza.

La mayoría están montados y regentados por los gobiernos de las comunidades autonómicas o por los ayuntamientos, y en ellos queda de manifiesto el interés que estas autoridades tienen por el camino y los peregrinos. En Andalucía y Extremadura muchos están instalados en edificios públicos cedidos a empresas privadas que se encargan de su cuidado y atención. En temporadas de poco peregrino admiten grupos turísticos. Teóricamente tiene preferencia los peregrinos, pero no consta en ningún sitio que así sea. Estos suelen ser los más caros. Hay algunos privados, lo cual no implica necesariamente más calidad. Los peores están en la provincia de Zamora, a excepción de la capital, donde da la sensación de que los  ayuntamientos aprovechan los albergues destinados a vagabundos. Más de uno solo es aconsejable en caso de necesidad extrema, como sucede en Calzadilla de Tera y Mombuey (etapa XXVI).

Albergue de Laza

Los mejores son los de Galicia. Se trata de construcciones modernas y bien equipadas, hechos todos por la Xunta en el Xacobeo de 1999 y cedidos a los ayuntamientos que se encargan de su mantenimiento. También son los más baratos, 5 euros. Los colchones son buenos y todos tienen instalación para minusválidos. Disponen de unas normas claras y expuestas al público: tienen preferencia los peregrinos a pie, después los ciclistas y los caballeros y no se puede dormir más de una noche, aunque hay cierta flexibilidad en temporadas de pocos peregrinos. Al final de cada etapa damos el teléfono del albergue o la manera de conseguir la llave.

En cuanto a hoteles y otro tipo de alojamientos a lo largo del Camino hay muchos donde elegir. En las ciudades la oferta es muy variada, como en toda española, en los pueblos de Andalucía y Extremadura, al ser de tamaño medio, hay menos posibilidades de elegir y la categoría y el precio tienden a ser muy asequibles. En Galicia abundan los hostales de carretera y en cualquier población mayor que una aldea hay donde dormir y comer. En esta guía, salvo en casos excepcionales, no damos información de hoteles concretos porque sería complicado satisfacer todos los gustos. De todos modos, los ayuntamientos, la policía local, las oficinas de turismo y, sobre todo, cualquier vecino, son magnífica fuente de información para el viajero que llega.

Estos son los albergues más recomendables: Alcántara, Fuente de Cantos, Salamanca, Zamora, Rionegro, A Gudiña, Laza, Vilar de Barrio, Xunqueira de Ambía, Ourense, Dozón.

Albergue Fin del Camino. Santiago de Compostela