El Camino Mozárabe – Vía de la Plata
El Camino Mozárabe es la vía jacobea de mayor recorrido: conectando Sevilla con Santiago de Compostela, es la prolongación de una antigua calzada romana que unía Mérida con Astorga. La vía se mantuvo viva durante toda la Alta Edad Media, primero con los visigodos y después bajo dominación islámica (de hecho el nombre de Vía de la Plata viene de la denominación en árabe «bal’latta»). Los cristianos mozárabes la recristianizaron en la Baja Edad Media, cuando comienzan las peregrinaciones desde Andalucía y Extremadura.
El peregrino que sigue la antigua Vía de la Plata toma el desvío en Granja de la Moreruela (Zamora) que le lleva hasta A Gudiña, desde donde parten dos posibles itinerarios a Santiago (uno por Laza y otro por Verín) que desembocan en Ourense.
La credencial del peregrino
La credencial del peregrino es el pasaporte en el que se cuñan los distintos sellos de las etapas a Santiago. Es necesario para dormir en los albergues y para obtener la Compostela, el documento del cabildo que certifica la realización de la peregrinación por motivos religiosos o espirituales. Para conseguirla hay que acreditar por lo menos 100 kilómetros a pie o a caballo o 200 en bicicleta.
En Ourense, la credencial se puede adquirir tanto en la Catedral (988 220 992) como en nuestra Asociación.
Desde aquí se cumplen exactamente 100 kilómetros hasta Santiago, el recorrido mínimo a pie para conseguir la Compostela.
Señalización
Encontrar la señal con la concha amarilla significa que se está en el buen camino. Símbolo de vida y evocación del agua, la concha de vieira es el principal icono del peregrino, y representa la convergencia de los múltiples caminos de Europa en Santiago. Sirve para identificar el recorrido, no la dirección; para eso hay que seguir las flechas amarillas que lo señalan.
En la provincia de Ourense, además, se encontrarán muchas piedras del escultor Carballo para orientarse. Cada una es diferente. Descúbranlas.
El Camino en Ourense
Ourense recibe al peregrino en el núcleo rural de Seixalbo, un Conjunto de Valor Etnográfico que aún conserva su traza medieval. Desde ahí, el Camino se adentra en la ciudad desde el sur, por la avenida de Zamora y la calle Progreso hasta As Burgas, visita obligada del peregrino desde la Edad Media.
Una suave subida lleva a la Praza Maior, desde donde se avista ya la Catedral de San Martiño, templo románico de transición donde además de visitar la capilla del Santo Cristo, merece una parada el policromado Pórtico del Paraíso. En sus calles aledañas, la zona de Os Viños, ideal para descubrir lo mejor de la gastronomía local en forma de tapas y pinchos.
Desde la Praza dos Suaves uno puede desviarse para hacer noche en el albergue de peregrinos situado en el Conjunto Monumental de San Francisco: un antiguo convento del que se conservan el claustro gótico y el cementerio.
El Camino continúa por el Puente Mayor, el más antiguo de la ciudad. Tras cruzarlo, hay tres alternativas:
- El desvío este conduce por la Avenida de Santiago hasta el antiguo Camino Real, que lleva a la aldea de Cudeiro.
- El desvío norte, en cambio, sigue el trazado de la carretera N-120 hasta la cuesta de Canedo.
- Una variante por el oeste discurre por la ruta termal del río Miño (8), un corredor verde salpicado por cinco zonas termales en las que darse un baño, que conecta con el desvío norte en Quintela.
Donde dormir
Recordando la antigua hospitalidad franciscana, el albergue se encuentra en una antigua capilla de la orden, un marco incomparable que se asoma a la historia de Ourense. Esta es la primera gran ciudad después de muchos kilómetros de Camino, por lo que quizás prefieran un alojamiento alternativo: hoteles y pensiones en los que disfrutar de un descanso reparador, pero también del animado ambiente urbano y la paz de las termas.
